martes, 23 de noviembre de 2010

Te diste cuenta 2.

La mañana siguiente Laura espero frente al computador a que Fede diera una señal de vida, pero nada. Como de costumbre su mente empezó a divagar sacando los malos sentimientos afuera, estuvo toda la mañana tratando de no pensar en ello. Esa tarde seguro lo cruzaría y hablaría con él.
Una vez más se escucho esa voz imponente fuera del salón, pero esta vez ella no dudo y salió.
Se miraron fijamente por algunos segundos. Él salió a relucir esa sonrisa simpática que a ella le gustaba ver a lo lejos, ella respondió con su vergonzosa y  tierna mirada. Fede la besó tiernamente en la mejilla, y con un, nos vemos después se fue. Como siempre él se había puesto en misterioso, pero esta vez de una manera en que ella comprendía lo que le intentaba decir. Era un sabes que no es el momento, ni el lugar, pero nunca digas nunca solo disfruta de los buenos momentos que de seguro llegará el nuestro.

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